Un Gran Valor Humano
Muchas veces se estima que de todos los sentimientos humanos, el más efímero es la gratitud.
No solo es efímero sino escaso por cuanto a este nivel sólo llegan las alma que ya recorrieron o entraron en la franja de la conciencia evolucionada, que viven en la perenne gratitud por todo lo creado.
El universo Dios crea por amor, más da por agradecimiento.
Muchas personas, familias, países que no prosperan se encuentran en este nivel porque no saben agradecer lo que reciben de la vida, de la sociedad, de su familia, de su pareja.
El saber agradecer es un valor en el que pocas personas pensamos y más pocas veces aún sentimos.
El agradecimiento que sale del corazón es una energía que abre la puerta a la infinita abundancia del universo.
Cuando fue la última vez que agradeciste desde lo más profundo de tu corazón.
Para algunas personas dar las gracias por aquellos servicios cotidianos es muy fácil: el desayuno, la ropa limpia, la oficina aseada... Sin embargo, no siempre es así.
La gratitud implica algo más que pronunciar unas palabras de manera automática, es la emanación de una energía que envuelve al alma a quien va dirigida regocijándolo de éxtasis espiritual.
Gratitud no es "devolver el favor": si alguien me sirve una taza de café no significa que después debo servir a la misma persona una taza y quedar iguales... El agradecimiento no es pagar una deuda, es reconocer la generosidad ajena.
Esta generosidad del otro puede percibirlo, sentirlo solo quien lo cultiva en su ser y lo emana desde su corazón.
Un agradecimiento es un corazón abierto a la bondad, abierto al amor abierto a la plenitud de Dios.
La persona agradecida tiene una radiación divina que impresiona los sentidos de humanidad, estrechando lazo de humanismo a su paso.
Una sonrisa de agradecimiento, una abrazo de agradecimiento, una visita de agradecimiento, traza un puente entre corazones e ilumina el horizonte de quienes la vivencian.
En este sentido, estas muestras de afecto constituyen una manera visible de agradecimiento; la gratitud nace en conciencia de la persona agradecida y no es equivalente al bien recibido.
El verdadero agradecimiento es un germen divino que emana el santuario Cristico,
ES DECIR EL CORAZÓN.
El agradecimiento engrandece mi corazón y tu corazón agranda mutuamente nuestra conciencia de hermandad espiritual.
La conducta es la que debe decir gracias, no la palabra, aunque esta es la que la conduce al campo energético del otro
La persona con espíritu de servicio es la que sabe ser más agradecida, son así porque son conocedores de esta verdad espiritual y su gran beneficio.
Cultivemos la conciencia y la conducta de agradecimiento, por 40 días seguidos en todas nuestras relaciones.
Al cumplir 40 días habremos observado que gran cambio se ha producido en muchos aspectos de nuestra vida.
Que tu vida sea de plena gratitud.
Con gratitud de mi corazón
Desde mi infinita abundancia a tu infinita abundancia
prof. gracias por sus palabras, verdaderamente influyo en mi.. seguiré practicando la hermosa gratitud y ahora aun mas que antes. gracias.
ResponderEliminarProfesor, me alegra que haya llegado a tener este espacio para asi llegar a mas gente. Haberlo conocido me ayudo a crecer profesionalmente y en todos los aspectos de mi vida. Asistir a sus clases significa ir creciendo dia a dia. Lo admiro por la manera que transmite sus conocimientos y por el sentimiento que le pone a su enseñanza. Hasta hoy todo lo que aprendo con usted me sirve para transmitirle a mis pacientes y a mi entorno en general. Gracias y BENDICIONES.
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